Diario Rosario12, Jueves 24 de Marzo de 2016
Un día en el Museo de la Memoria
Un grupo de estudiantes de la Facultad de Derecho se emocionó ayer con la cruenta historia que rememora los hechos cometidos en Rosario y el país hace 40 años
Estudiantes de Derecho recorren el espacio EvidenciasEntre nosotros
Por Lorena Panzerini
Ojos que veían lo que estaba pasando, carnés de afiliados que dejaron de ir a la Biblioteca Argentina, fotos en las que faltan personas, una docente que pasa lista y no obtiene respuesta. En una recorrida de poco más de una hora.
"Nosotros pasamos los días en esta Facultad, y hay chicos que cruzan la calle y caminan por la vereda del Museo de la Memoria, pero nunca entran", expresaron la presidenta del Centro de Estudiantes, Marcela Mancini; y el egresado Leandro Batalla, adscripto a la cátedra de Historia Constitucional Argentina, quien con palabras sencillas, pero siempre abrumadoras, recorrió los sucesos históricos que marca cada una de las salas del edificio de Moreno y Córdoba, donde hace cuatro décadas "se pergeñaba el plan de aniquilamiento".
"Es un lugar muy movilizador. El arte te hace sentir más cosas que las que podés leer o ver en una película. Hay muchos de los sentimientos. Te ponés en el lugar de esas personas. Nosotros, como estudiantes de Derecho, probablemente en esa época hubiéramos sido tomados por subversivos", reflexionó Ayelén. "Es más que un museo, porque no habla de cosas fácticas, sino de personas que eran como nosotros, estudiantes, trabajadores. Hay que valorar mucho de lo que hoy tenemos y tenemos que fomentar la memoria, para no volver al pasado", agregó Débora.
Al inicio del recorrido, Leandro --que hizo las veces de guía-- expresó: "La memoria necesita que la hagamos girar". Estaban parados frente a la obra Memora, de Dante Taparelli, que relata en un papiro móvil los hechos cometidos por las dictaduras en América latina.
La segunda parada fue en la obra "Entre nosotros", donde decenas de miradas rodean al visitante. "Son los ojos de la sociedad, que veía lo que estaba pasando. Esto nos hace plantear el rol de las sociedades civiles, durante esa época", dijo el egresado de Derecho, sobre la obra de Graciela Sacco.
Los Pilares de la Memoria fueron una de las atracciones de los estudiantes que participaron de la recorrida guiada. "Eran casi todos muy jóvenes", se sorprendió Ayelén, de 20 años. "Ausencias" resultó una de las obras más conmovedoras para los jóvenes. Allí pueden verse series de dos fotografías, por cada historia. En la primera, aparece una imagen de 1976, en una habitación, con un papá, una mamá y su beba de pocos meses, en el medio. En el cuadro de al lado, treinta años después, la hija aparece sola, en la misma habitación.
La sala de los rompecabezas provocó lágrimas. "Donde faltan piezas, faltan nietos por recuperar", dijo Leandro. Tras su relato se escuchó la voz de una docente, con murmullos de chicos, y ella tomando asistencia. Las silencios, detrás de cada nombre dicho en voz alta, se repiten más que los "presente".