Rosario 12, Martes 17 de Noviembre de 2015
Sortear la adversidad con inspiración
Con curaduría de Cynthia Blaconá y Sabina Florio, la exposición reúne documentos y fotografías del archivo de negativos que preservó Bambi García. La muestra une historia y comunicación en torno a un clásico de la Vigil: las rifas.
Uno de los afiches de promoción de los bonos de Vigil, reflejando su carácter popular.Por Beatriz Vignoli
Guardar los negativos: ese ético gesto de profesionalismo por parte del fotógrafo rosarino Bambi García, concretamente su negativa a depositarlos en la institución que los había comisionado, permitió que hoy exista un valioso archivo sobre los bonos de la Biblioteca Vigil.
Había fotos por otros autores, como Norberto Puzzolo, que García recuerda como excelentes, pero que la cruenta intervención de la última dictadura militar hizo desaparecer en 1977. Hoy, junto a otros documentos preservados por los directivos de la Biblioteca, el archivo del fotógrafo integra una exposición que une historia y comunicación, contando desde sus protagonistas una zona de la Vigil: los bonos que por 20 años garantizaron su independencia económica del Estado.
Desde el jueves 17 de septiembre y hasta este domingo puede visitarse en el Museo de la Memoria (Córdoba y Moreno, de martes a viernes de 10 a 18 y los sábados, domingos y feriados de 17 a 20) la muestra Vigil, siempre en movimiento. En una democratización inédita de su función, las curadoras, Cynthia Blaconá y Sabina Florio, tomaron de las campañas de promoción de los bonos cada uno de los lemas que acompañan a las imágenes y a los demás documentos. "Sigamos", slogan de una de las campañas, fue la palabra con que Albino Serpi cerró la charla del 4 de noviembre, donde hablaron desde el estrado Augusto Duri, Serpi, Luis Fina (quien sólo tomó el micrófono para responder "no" a la invitación a tomar la palabra) y un socio de la Vigil; y, desde la platea, Bambi García y Antonia Frutos. Respetuosas de estos testimonios, Blaconá y Florio se limitaron a presentar y escuchar. (Más temprano, ellas habían conducido un recorrido guiado, y lo mismo hicieron el 16 de octubre, antes del panel del que participó la historiadora Natalia García, autora del flamante libro El caso Vigil).
Ex presidente de la Comisión directiva y padre del invento, Augusto Duri concentró en pocos minutos de exposición dos décadas de progreso. Con voz profunda sin el menor matiz de impostación, desde su imponente humanidad envuelta en una sencilla camisa blanca, de memoria y sin apuntes, fue desgranando un tesoro de datos que se remontan a la fundación de la Biblioteca en 1959. "Inventamos la rifa en cuotas", recordó sin énfasis, con la misma naturalidad con que narró la expansión de la rifa a todo el país, las dificultades para obtener cada año el permiso oficial para realizar el sorteo, la decisión de comprar terrenos en una isla del Paraná para resolver tal problema con actividades económicas alternativas a la rifa, la construcción del edificio de siete pisos que aún le tiene que devolver la Provincia de Santa Fe a la Comisión renacida en 2012 y la búsqueda de las lentes del telescopio del observatorio, que siguen desaparecidas desde 1977.
"El barrio no tenía preescolar, no tenía escuela secundaria", recordó Duri. Solución del problema: la creación, construcción edilicia y organización de un ciclo educativo completo, con doble escolaridad, totalmente gratuito y con guardería. Todo esto se financió con un bono que incrementó exponencialmente sus emisiones.
A los datos duros de Duri, quien recapituló una obra inmensa en una generosa primera persona del plural y resumiéndola en una práctica lista de problemas y soluciones expresadas en cifras precisas, le siguió un estilo completamente opuesto: el de Albino Serpi, secretario a cargo de la publicidad, divulgación o comunicación de los bonos que hizo célebres. Nombres de personajes de la farándula, marcas de vehículos y otros objetos codiciados de los años sesenta desfilaron por la pasarela de un relato (este sí, con texto escrito) desde una cabeza capaz de dar en el blanco del imaginario social popular a la hora de elegir y promover los premios, pero también con la sabiduría de difundir la obra de la Vigil en cada una de sus campañas de venta.
García y Serpi recordaron cómo la gente del barrio posaba para las fotos de las campañas, y la "patriada" de fotografiar los coches Torino 0km (lema: "La mar en coche") en las playas de Mar del Plata: "Las ruedas se trababan en la arena, era imposible, al final hice un montaje pegando la foto del auto sobre la foto del mar", dijo García.
Este empuje, este ingenio barrial inagotable, esta capacidad tan propia del pueblo trabajador de sortear (en todo sentido aquí) la adversidad a fuerza de chispazos de inspiración, es lo que rescatan y honran las curadoras de la exposición, cuyos paneles ordenaron en una composición de dos molinillos coloreados alegremente en magenta y esmeralda. La forma de los molinillos es un homenaje al isotipo de la Vigil, símbolo de movimiento constante; el color es el de los bonos, que este año emiten su edición número 21. Lema: "La vuelta completa".