Agencia Télam, Lunes 09 de Noviembre de 2015
Imágenes para la memoria, desde el genocidio cultural a la actualidad.
En el Museo de la Memoria de Rosario se puede ver Vigil siempre en movimiento y en el Centro de Expresiones Contemporáneas la 26ª Muestra Anual de Fotoperiodismo de la Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina.
Lanzamiento de la primera rifa de la Biblioteca-1956Por Viviana Ponieman
La interesantísima muestra fotográfica Vigil, siempre en movimiento intenta rescatar y retratar a partir de material audiovisual y de lo que queda de archivo, una experiencia cultural única de construcción popular, que funcionó a partir de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil y se fue expandiendo hasta que, el 25 de febrero de 1977 fue intervenida por la dictadura, para su desmantelamiento.
Esta experiencia autogestiva y horizontal, ejemplo en Latinoamérica, comenzó como Biblioteca popular, a finales de los 50, llegó a tener 80.000 volúmenes que se prestaban a 21.000 socios y trabajaban 600 empleados. Lograron expandirse para crear escuelas primarias y secundarias, de música, de artes y de teatro; incluso una universidad popular, con una asistencia de 3.000 estudiantes. Una caja de ayuda mutual, un centro materno infantil y un observatorio astronómico completaban la increíble oferta cultural de la entidad.
El encarnizamiento de la intervención militar, que pone de manifiesto el objetivo y el plan sistemático iniciado con el Golpe del 76, implicó el saqueo, la censura, la quema de libros y la persecución de sus integrantes, el vaciamiento de activos, el robo y apropiación de edificios y del capital.
Este verdadero genocidio cultural incluyó el secuestro y tortura, durante un año, a ocho miembros de su comisión directiva. Más de una veintena de socios, empleados, docentes, cooperadores y alumnos fueron asesinados o permanecen desaparecidos.
La muestra, que estará en exhibición hasta el domingo 22 de noviembre, intenta traer al presente aquello que es conocido sólo para quienes vivieron el esplendor de “La Vigil”.
Si acaso es difícil descubrir hasta donde se extienden las secuelas terrorismo de estado, más aun es trasmitir el nivel de destrucción cultural y de las redes sociales, así como percibir la dimensión de los movimientos y transformaciones que crecían desde el pie, en los años previos al golpe.
Las curadoras Cynthia Blaconá y Sabina Florio que hace tiempo trabajan juntas a partir de las enseñanzas de Rodolfo Kusch en busca de temas y casos específicos que han fracturado las nociones hegemónicas de Cultura. Investigaron esta experiencia poco conocida fuera de la ciudad y de ése tiempo histórico, y que corría el riesgo de quedar sepultada en el olvido.
Describen los afiches para el espacio público, las promociones de bonos, los spots televisivos, sus diseños editoriales e ilustraciones como una verdadera política visual llevada adelante por el equipo de la Vigil, para capturar la atención que encarnaban ideas y sentimientos complejos, y hasta hoy permanecen en la memoria colectiva.
“Los encuadres, la relación entre la palabra y la imagen, la apelación a refranes populares, los sujetos representados y el fértil diálogo con las matrices vernáculas, implicaron operaciones visuales que desestabilizaron los lugares hegemónicos de la cultura erudita, construyendo nuevos modos identitarios a partir de apropiarse del lugar de pertenencia”. Sostienen las curadoras.
En síntesis esta biblioteca llevó adelante una política comunicacional horizontal y como se puede ver muy creativa, con diseños y planteos audaces y modernos, llenos de humor y alegría que configuran un retrato del clima de época.
El rescate de los archivos, las historias y el material audiovisual del fotógrafo rosarino Bambi García, hablan de una verdadera política visual que ilustra los métodos de acción de prensa social y cultural, que planteaban verdaderos actos de vanguardia y cambio de paradigmas.
La política visual de esta institución se constituye entonces como una reserva de sentido que da cuenta de la capacidad de su equipo de trabajo y de sus socios, una verdadera empresa comunitaria, a partir del compromiso afectivo y militante, que se desplegaba para hacer andar un gigantesco proyecto cultural colectivo que hoy se encuentra en un franco estado de recuperación, después del genocidio cultural que padeció.
Para descubrir el legado y la vigencia de una experiencia cultural popular y emancipadora, el Museo propone diversas charlas y visitas guiadas a partir de temas como: El genocidio en la cultura y el caso Vigil, con la presencia de algunos miembros de la comisión directiva que podrán trasmitir de primera mano, tanto el clima de época como sus propias las vivencias.
Por otra parte se acaba de inaugurar en el Centro de Expresiones Contemporáneas la 26ª Muestra Anual de Fotoperiodismo de la Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina, organizada por ARGRA, el Sindicato de Prensa Rosario, el Gobierno de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario.
Con la contundencia que nuestros reporteros gráficos nos tienen acostumbrados, la exhibición que se presentó en julio en el Palais de Glace, abre con la foto del encuentro entre Estela de Carlotto y su nieto Guido que conmovió al país, pero nos deja el gusto amargo con las crudas imágenes de las personas afectadas por la fumigación masiva.
300 imágenes que permearon el 2014, seleccionadas por un comité de edición integrado por Diego Aráoz, Daniel Garcí¬a, Sergio Goya, Mateo Pepe y RES, a partir de 3000 fotografías de autores de todo el país, distribuidas en las categorías: Actualidad, Deportes, Naturaleza, Medio Ambiente, Retrato y Vida cotidiana.
26ª muestra anual Argra en Rosario
Estas imágenes dan cuenta de lo que sucedió el año pasado en materia de acontecimientos, algunos más visibles en los medios de comunicación y otros invisibilizados.
Una radiografía de nuestra sociedad con sus hitos, como la recuperación de los nietos apropiados, hasta los pendientes como "El costo humano de los agrotóxicos", un impactante recorrido visual de Pablo Piovano que fue premiado en todo el mundo.
Fotografías que nos ofrecen un espejo para no perder la memoria, y la ciudad de Rosario en noviembre es escenario de dos exhibiciones, que reflejan dos momentos y perfiles del país, en un paneo para no olvidar.
Con la potencia de la mirada documental en un arco donde se confrontan las consecuencias y secuelas de la dictadura, hasta "el genocidio silencioso y por goteo de la fumigación masiva de glifosato en Argentina", como afirma su autor el fotógrafo de Página/12.
Pero también ilumina nuestras alegrías como el encuentro de los nietos, los festejos por los logros, y la visión de un proyecto que floreció en los años 60 como “la Vigil”, y nos deja un legado y la vigencia de una experiencia cultural popular y emancipadora que es preciso conocer y multiplicar.