Diario La Capital - Suplemento Educación, Sábado 19 de Marzo de 2011

El Museo que abre el diálogo entre la memoria y la educación

Apenas comenzadas las clases y sin que se haya realizado la jornada de lanzamiento de lo que son las actividades educativas del año, el Museo de la Memoria de Rosario ya sabe que recibirá a más de 1.500 chicos y jóvenes en los próximos tres meses.

"Pilares de la memoria", obra que contiene los nombres de los desaparecidos, recorrida por los chicos. (Foto: S. Suárez Meccia)

El particular interés está en recorrer un espacio emblemático recuperado para la ciudad, pero en especial en conocer el pasado que remite a la última dictadura. Para el próximo jueves, en la jornada previa al 24 de marzo —Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia—, el Museo prevé una actividad especial con chicos de distintas escuelas. Será para dar a conocer qué ofrece a los estudiantes y maestros.

Si bien el Museo de la Memoria de la Municipalidad de Rosario fue creado en 1998, funciona desde diciembre del año pasado en el edificio donde operó, durante la última dictadura militar, el Comando del II Cuerpo del Ejército. Hoy es un espacio recuperado para promover el respeto por los derechos humanos. Y recientemente su director, Rubén Chababo, ha sido reelegido por concurso por un período de 4 años más.

Efectos que continúan

La subdirectora del Museo, Viviana Nardoni, expresa que la idea que se persigue con las propuestas educativas no es quedarse con un recuerdo estático del pasado, sino trabajar a través de distintas iniciativas las problemáticas presentes. "Los efectos de la dictadura continúan, se sienten en la cultura política, en lo cotidiano donde aparece ese pensamiento autoritario, del individualismo, del no te metás, cuestiones que aún están presentes en nuestra sociedad", dice.

Entonces para abordar ese pasado reciente y los efectos que aún perduran, el Museo se vale de la estrategia del diálogo, la reflexión y la consecuente persistencia por difundir la verdad y la memoria. La subdirectora detalla que la clave de trabajo se basa en la horizontalidad de las propuestas: "La idea es siempre sumarnos a los programas que tienen que ver con la construcción de una ciudadanía democrática".

El Museo se construye a partir de las muestras permanentes y temporarias (ver aparte), pero además del Centro Documental Rubén Naranjo, y un Departamento Educativo y Centro Pedagógico "preparados para los chicos —dice Nardoni— que llegan de visitas, para que se reúnan en un ambiente más relajado, y puedan exponer sus dudas, preguntas y todo lo que permita un dialogo fluido". El sitio también se ofrece a los docentes que buscan apoyo de cómo abordar los derechos humanos en el aula.

También funciona en el nuevo edificio la Oficina de Derechos Humanos de la Municipalidad.

Jornada y libro

Las novedades con que el Museo abre el año para las escuelas, pasan —además del renovado espacio de Moreno y Córdoba— por una jornada especial programada para el jueves 23, que reunirá a 300 chicos de distintas escuelas. "La idea es mostrar cómo se puede trabajar esta fecha sin tener que recurrir al acto más conocido, basado sólo en la efemérides", comenta la educadora y agrega que será un anticipo y muestra de lo que el Museo propone a las escuelas para este año.

Otra novedad que adelanta Nardoni es la presentación de un libro, que si bien aún no está definido su nombre, se sabe que se lanzará antes de las vacaciones de invierno, y que reunirá una serie de sugerencias pedagógicas para los docentes. Será una especie de guía con propuestas pensadas para trabajar con los chicos y jóvenes. El tema que lo atraviesa es la problemática de los derechos.

El Museo —pionero en Latinoamérica— es una excelente herramienta en la cual apoyarse para emprender un trabajo sobre el pasado reciente. Las visitas —explica Nardoni— están dirigidas a los últimos grados de la primaria, el secundario, los profesorados, las Eempas y los estudiantes universitarios. En todos los casos, los relatos y actividades atraviesan la currícula escolar. Informes en Córdoba 2019, teléfono 4802060, email: educamemoria@rosario.gov.ar, o bien en www.museodelamemoria.gob.ar

 

Infancia e identidad

"Es invariable, siempre lo que más inquieta a los chicos es el tema de los niños apropiados. Hay una identificación inmediata con aquellos que debieron ser sus pares", dice la subdirectora del Museo de la Memoria, Viviana Nardoni.

La referencia la hace no sólo para remitirse a una de las mayores atrocidades de la última dictadura cívico militar como es el asesinato, robo y apropiación de niños, sino además para abordar una problemática que es parte del presente, como es la identidad. Justamente uno de los núcleos temáticos esenciales del Museo es el que se refiere a los niños apropiados y nietos recuperados. "Hablamos aquí con los chicos y jóvenes de la identidad, que es robada, escondida y la posibilidad también de la recuperación", dice Nardoni.

El espacio al que se refiere se llama "Evidencias", ubicado en la planta baja del Museo. Es un trabajo del artista plástico y fotógrafo Norberto Puzzolo, a partir del archivo de imágenes de Abuelas de Plaza de Mayo, que remite al "incesante trabajo de restitución de la identidad de decenas de niños arrebatados a sus familias biológicas por el aparato represivo". También incluye una bella foto sobre la infancia —del mismo autor—, donde decenas de chicos corren en el Bosque de la Memoria.

En realidad toda la muestra permanente está atravesada por distintas narraciones artísticas y literarias. Cada una toma un "núcleo dilemático" sobre el terrorismo de Estado en la Argentina, invitan a la reflexión y son verdaderamente en sí mismas un llamado a los sentidos, por el cuidado estético con el que han sido edificadas.

Para la realización de las mismas fueron convocados reconocidos artistas plásticos como —además de Puzzolo— Dante Taparelli, Daniel García, Graciela Sacco, Julieta Hanono, Federico Fernández Salaffia, Lucrecia Moras y Silvio Moriconi. Trabajaron acompañados por Memoria Abierta y los arquitectos Alejandra Buzaglo y Gonzalo Conte.

Esas intervenciones dieron lugar a las obras como "Memora", que evoca los hechos de violencia cometidos por el Estado a las comunidades de América latina a lo largo de su historia. También los "Pilares de la memoria": son diez columnas con los nombres de las víctimas del terrorismo de Estado. Se suman a la muestra las obras "Queda la palabra", "Lectores", "Reconstrucciones", "Ronda-La ardiente paciencia", "Justicia perseguirás", "Entre nosotros" y "A las víctimas de la espera".

 

El único fusil heredado

Por Fidel Maguna, alumno de la Escuela Media Mariano Moreno. Integrante de la UES

Tiene que haber un lugar donde vayan a parar todos nuestros sueños, y los que quedan por soñar. Tiene que existir el lugar donde puedan respirar tranquilos, llenarse de cielo los pulmones, cambiar la lágrima, la sangre, el fusil y la rabia, aunque sea por un instante de paz.

Pero el segundo de paz no existe, el olvido no existe y el perdón no existe, ante los hechos tan necesariamente nombrados que hasta puede resultar repetitivo volver a nombrar.

Muchas veces se confunde el recuerdo con el rencor ¿Con qué sentimientos habríamos de recordar lo más triste, pálido y perverso de nuestra historia? El recuerdo no es recuerdo si no es sincero, y no es recuerdo si no es completo.

Y lo que hoy vengo a recordar no es precisamente un hecho feliz, por eso no es rencor, y está muy lejos de serlo. El recuerdo asesino y encallado es noción, y aunque no podamos respirar tranquilos ni llenarnos de cielo los pulmones ante ese recuerdo que anuda la garganta, sí podemos estar vivos, en la lucha, en el amor y la tristeza, sí podemos transitar la vida o lo que queda de ella con calma, siempre y cuando conservemos la noción, el recuerdo completo, la imagen nítida. Porque eso, junto con la lucha, las ideas y el amor (no sólo a la patria sino a la humanidad) es el único fusil que tenemos, y el único fusil que vendrá, el único fusil que puede soportar nuestras manos blandas y delicadas, pulidas y aceitadas por el nuevo milenio y la nueva confusión. Ese es el ejemplo que hay que recordar. Algunos lo harán con tristeza, otros con calma, otros con resignación o felicidad, y otros con odio. Pero el sentimiento con el que se recuerda el recuerdo _sea el que sea_ está muy lejos de ser rencor.

A pesar del tiempo

Ese es, a pesar del tiempo, de los largos y angustiosos años de impunidad, que de a poco van llegando a su fin, el único fusil heredado, el ejemplo que nos dejaron, el ejemplo que si lo seguimos, tarde o temprano, aunque no podamos respirar la vida del recuerdo tranquilos, sí nos hará, algún día, y después de la lucha que nos toque, aunque sea una nueva lucha, distinta a su lucha, menor a su lucha, aunque sea una lucha cotidiana, aunque sea contra un molino o contra las palabras, el ejemplo que nos hará morir y vivir el resto de la muerte tranquilos, con los pulmones rebalsados de aire y de cielo, con los ojos ciegos bien abiertos, y la voz más fuerte que nunca.

 

Proyectan "El caso Melincué"

Del 21 al 25 de marzo, Canal Encuentro pondrá en pantalla una serie de documentales que reflexionan sobre las desapariciones y muertes en la Argentina y en otras partes del mundo. Entre ellos, el jueves 24, a las 21 (se repite el viernes 25, a las 15), estrenará "El caso Melincué".

Este documental cuenta los detalles de una investigación iniciada por alumnos de la Escuela Media Nº 425 Pablo Pizzurno de Melincué. Guiados por una profesora de ética y ciudadanía, lograron recuperar la identidad de dos jóvenes militantes de los años 70, Yves Domergue y Cristina Cialceta. Jóvenes que fueron secuestrados en septiembre de 1976 y pasaron a integrar durante años la lista de desaparecidos. Sus cuerpos permanecieron como NN en el cementerio de Melincué por más de 30 años, hasta que el trabajo de campo de los estudiantes sacó a la luz la verdadera historia. Cuenta con el testimonio de Eric Domergue, hermano de Yves.

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