Rosario 12, Martes 15 de Octubre de 2013
Demoliendo infiernos
Con el oportuno título de Profanaciones, la exposición del prestigioso artista argentino reúne algunas de las láminas de su serie gráfica Nunca más, inspirada en el informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de las Personas.
Las obras de Ferrari se exiben hasta fines de noviembre en el Museo de la MemoriaPor Beatriz Vignoli
En el año 2001, León Ferrari, junto al Club de Impíos, Herejes, Apóstatas, Blasfemos, Ateos, Paganos, Agnósticos e Infieles fundado por él, solicitó al Papa que gestionara el desalojo y la demolición del infierno. En 2004, su retrospectiva en el Centro Cultural Recoleta suscitó expresiones de censura del entonces monseñor Bergoglio, hoy Papa Francisco. En 2005, Ferrari donó al Museo de la Memoria de Rosario varias láminas de su serie de obra gráfica titulada Nunca más, inspirada en el informe homónimo de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de las Personas (Conadep), donde se reúnen testimonios y evidencias de los crímenes contra los derechos humanos cometidos por la última dictadura. Esas imágenes habían acompañado la reedición en 1996, junto al diario Página/12, del informe editado en 1984 por Eudeba. En 2007, a los 87 años, León ganó un León de oro en la Bienal de Venecia. En 2009, en el Museo Castagnino, dijo que los artistas del Renacimiento se hicieron cómplices de la propaganda ideológica de la Iglesia para aterrorizar a los fieles con imágenes del infierno. Cuando falleció el 25 de julio pasado (tal vez indignado aún porque su público se escandalizaba de que expusiera aves vivas y no de lo que habían padecido las víctimas del terrorismo de Estado), Ferrari era considerado uno de los artistas más importantes del mundo. No había logrado abolir el infierno teológico, pero sí denunciar algunas de sus versiones terrestres y políticas con una contundente retórica visual.
Con el oportuno título de Profanaciones, una exposición de esas visiones infernales puede visitarse en el Museo de la Memoria (Córdoba 2019) desde el miércoles pasado hasta fines de noviembre (de martes a viernes de 12 a 18, y sábados, domingos y feriados, de 17 a 20).
No existen registros fotográficos de la barbarie de los centros clandestinos de detención de la dictadura que ensangrentó al país entre 1976 y 1983, pero el informe Nunca Más preservó el testimonio de los sobrevivientes. Sobre ellos ha trabajado el artista.
Su obra busca minar el poder del arte religioso como fundador de mundos imaginarios que luego legitiman los horrores de la opresión en lo real. Aquella idea de que "como es arriba es abajo" se traduce a que, como dicen los discípulos de Gramsci, la superestructura determina la infraestructura en alguna medida. Y esa medida del poder de la imagen, cabe agregar, ha sido para Ferrari el campo político de su intervención artística. Fotos de archivo, reproducciones de grabados célebres y recortes de prensa informando del hallazgo de cadáveres en el Río de la Plata, coexisten en sus montajes dialécticos, que apuntan a formar en el espectador un pensamiento crítico respecto del poder. La estrategia del montaje ya estaba presente en su obra La Civilización occidental y cristiana (1965). "Continúo con los collages", dijo Ferrari a Rosario/12 en 2009. "Compuse varios con las noticias publicadas en la prensa sobre las torturas en Irak ilustrándolas con las torturas en los lindos infiernos del arte cristiano", agregó con lúcida ironía.