Reapareció el testigo de la muerte de Ponce de León
Víctor Martínez, testigo en la causa que investiga la muerte en 1977 del obispo Carlos Ponce de León, apareció en la madrugada del jueves 21 deambulando en el barrio porteño de Liniers, tras estar desaparecido dos días.
Diario La Capital - 22/04/2011
La abogada de la familia Martínez, Graciela Scopel, dijo que el hombre fue secuestrado y lo retuvieron drogado en una vivienda del conurbano bonaerense hasta que decidieron liberarlo por la preocupación que mostró el gobierno nacional.
La investigación, de acuerdo a lo explicado por Martínez, de 52 años, indica que el hombre salió el lunes 18 de su casa, ubicada en Palermo, y caminó por calle Pringles para ir a tomar el subte B porque tenía una reunión en el microcentro.
Según la denuncia que se labró ayer tras la liberación, fue abordado por varios hombres que lo subieron a un auto y lo tiraron en la parte trasera.
Sin ver ni oír
Fuentes policiales precisaron que le colocaron “un cuello polar en los ojos y tapones en los oídos antes de comenzar a dar vueltas con el auto”. Martínez contó que a menos de una hora se dio cuenta “por la vibración y el sonido del auto que estaban circulando por una calle de tierra”.
“Ahí lo metieron en una casa y le dieron de tomar una gaseosa, que sospecha habría contenido algún somnífero o droga. Inmediatamente perdió el conocimiento. Así estuvo hasta que el miércoles entrada la noche lo liberaron en las avenidas Rivadavia y General Paz”, precisaron las fuentes.
Martínez, entonces, le pidió a una transeúnte un celular para llamar a su esposa, y acordaron encontrarse en Rivadavia y Acoyte. Luego fueron a la comisaría 11, en Caballito, a radicar la denuncia. Un médico legista confirmó que no tenía lesiones físicas, aunque estaba “conmocionado”.
Con custodia
Mientras la Fiscalía 31 intenta esclarecer el hecho y dos uniformados custodian la vivienda de Martínez, desde el gobierno la ministra de Seguridad, Nilda Garré, fue la voz oficial que confirmó, a través de Twitter y a la 1.30 de ayer, la aparición del testigo.
Por ahora, el relato de lo que le ocurrió a Martínez se dio a conocer a través de su abogada, que ayer aseguró que su cliente fue secuestrado por desconocidos, mantenido cautivo y luego liberado, presuntamente después de que su caso tomara estado público.
“Fue llevado por gente que desconocemos. Por lo que pudo decirle a la esposa, fue mantenido en una habitación. No ejercieron la fuerza con él; le decían qué decir, le daban pastillas, ansiolíticos, para mantenerlo semiinconsciente”, indicó Scopel.
En declaraciones radiales, la abogada sostuvo que a Martínez “parece que lo liberaron” por “la gran difusión que se ha hecho por parte del ministro (de Justicia, Julio) Alak y la gente que secunda a Garré”.
“Los médicos le recomendaron reposo, le hicieron los análisis y lo tuvieron en observación. Cuando pueda estar un poco más lúcido sabremos algo más”, prosiguió.
El pasado que vuelve
Martínez, cuando tenía 19 años, asistía al entonces obispo de San Nicolás Carlos Horacio Ponce de León, un religioso que murió, según se sospecha, en un accidente de tránsito planeado por el ex teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant, a cargo de la represión en la zona. Martínez sobrevivió a aquel hecho ocurrido el 11 de julio de 1977 y declaró como testigo en la causa para esclarecer si el obispo pudo haber sido víctima de atentado y, por lo tanto, de un crimen de lesa humanidad.
Pedido al gobierno
La Mesa de la Memoria por la Justicia de San Nicolás expresó su “alarma” por el secuestro de Martínez y reclamó al juez federal Carlos Villafuerte Ruzo “por la seguridad del testigo, quién ha sido permanentemente presionado mediante acciones judiciales”. Además, les recordó a los poderes Ejecutivo provincial y nacional “que deben velar por la vida de quienes con su testimonio hacen un aporte fundamental en los juicios a los represores de la última dictadura cívico-militar”