«Tacuarita» Brandazza: a 50 años de su desaparición
Brandazza: a 50 años de su desapariciónEn el marco de los 50 años de la desaparición del militante Ángel “Tacuarita” Brandazza, el lunes 28 de noviembre se marcarán dos sitios significativos de la memoria histórica de Rosario. La primera señalización será a las 17.30, en la esquina de Brandazza y Amenábar (a media cuadra de Ovidio Lagos) y la segunda a las 19, en la intersección de Bv. Oroño y Córdoba, lugar donde el joven militante intentó escapar de los agentes de la policía provincial, federal e integrantes del Segundo Cuerpo de Ejército que lo tenían secuestrado.
La Secretaría de Género y Derechos Humanos y el Concejo Municipal, con el acompañamiento del Museo de la Memoria, realizarán la inauguración de estas dos señaléticas que forman parte del Programa de Marcas de Memoria que tiene como objetivo visibilizar en el espacio público los procesos de memoria colectiva que se despliegan en el territorio.
En el acto en Oroño y Córdoba, que contará con la presencia de familiares, amigos, militantes, autoridades y organismos de derechos humanos, habrá proyección de video, música e instalaciones artísticas que recordarán al joven militante peronista.
Ángel Enrique “Tacuarita” Brandazza nació el 22 de mayo de 1949 en Blaquier (provincia de Buenos Aires) pero de joven llegó a Rosario y comenzó a militar en la Unión de Estudiantes del Litoral. Entre sus pares, era reconocido por su enorme entusiasmo por el trabajo solidario y el auxilio en los barrios más humildes. Estudiaba Ciencias Económicas y era integrante de varios grupos católicos.
El 28 de noviembre de 1972, mientras esperaba el colectivo, fue secuestrado en Saavedra y San Nicolás por un comando que respondía al II Cuerpo de Ejército. En el traslado logró escapar del baúl del auto en la esquina de Bv. Oroño y Córdoba y varios testigos lo oyeron gritar: "Me llamo Brandazza, me secuestra la policía". El intento no tuvo éxito, pues fue interceptado nuevamente, apresado, asesinado y su cuerpo desaparecido.
Su caso es el más antiguo registrado por la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep) y sentó un precedente de lo que luego se convirtió en un plan sistemático durante el terrorismo de Estado entre 1976 y 1983. El grito de “Tacuarita” Brandazza quedó grabado en la memoria de la ciudad.