Designan a José Bernhardt como director penitenciario y llueven críticas de organismos de DDHH

El Ciudadano | 13 de mayo de 2022

Por Manuel Parola

La dirección del Servicio Penitenciario se encontraba renga a partir de la renuncia de Walter Ataide, quien dio un paso al costado tras la eyección de Jorge Bortolozzi como secretario de Seguridad. Militantes de diversas entidades repudian al ex funcionario por su paso por el Batallón 601

Este mediodía se dio a conocer el decreto que designa al teniente coronel retirado José Alberto Bernhardt como nuevo director del Servicio Penitenciario provincial. El funcionario, quien ya tiene recorrido por la función pública, viene a cubrir la vacante en la dirección del organismo carcelario tras la renuncia de Walter Ataide, quien dio un paso al costado tras la eyecciòn de Jorge Bortolozzi de su cargo como secretario de Seguridad de la provincia. Bernhardt es recordado y repudiado por las organizaciones de Derechos Humanos por su paso por el Batallón 601, el principal organismo de Inteligencia de la dictadura militar, al cual entró “por sus méritos” a principios de la década del 80.

Bernhardt, de 69 años, fue funcionario en el gobierno de Jorge Obeid, ocupando el cargo de secretario de Seguridad, bajo la supervisión del ministro de Gobierno Roberto Rosúa, ya que entre 1995 y 1999 no existía la cartera de Seguridad. Tras ello, fue convocado a ser asesor del gobernador Carlos Reutemann, y del 2003 al 2007, formó parte de la segunda gobernación de Obeid, ocupando el rol de secretario de Emergencias. Actualmente, se desempeñaba como jefe de seguridad de un country en la localidad de Santo Tomé.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Rosario elevó una carta abierta donde “repudia la designación como director del Servicio Penitenciario Provincial” de Bernhardt, ya que “dicho nombramiento ofende y lesiona toda la lucha por Memoria, Verdad y Justicia” y le exigen al gobernador Perotti que revoque la asignación del retirado militar.

El paso por la función pública de Bernhardt estuvo marcado por el repudio constante de los organismos de derechos humanos, que desde su designación en el año 1995 lo señalaron como ex integrante del Batallón de Inteligencia 601 del II Cuerpo del Ejército.

Un documento del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación ubica la actividad de Bernhardt en el organismo de inteligencia en los años 1982 y 1983. En 2006, el abogado querellante en juicios por violaciones a los derechos humanos Jorge Pedraza señaló al diario Rosario 12 que el legajo militar de Bernhardt marcaba que el hombre había entrado al organismo de inteligencia “por sus méritos”, y fue enfático al decir que “no cualquiera ingresaba a ese batallón, tenía que tener muchos méritos para estar en la Central Nacional de Inteligencia del Ejército, en plena dictadura”.

El Batallón de Inteligencia 601 del Ejército estaba compuesto fundamentalmente por civiles, los cuales se dedicaban a hacer tareas de espionaje para marcar a quienes serían luego los blancos de la dictadura, recordaron desde los organismos. Entre 1976 y 1984, las tareas de inteligencia tenían una importancia central en la maquinaria de la Junta Militar, ya que desde allí se elaboraban, según determinó la Corte Suprema de Justicia de la Nación, informes que luego eran usados para la detención, secuestro y posterior desaparición de personas, añadieron.

El Batallón 601 concentró y centralizó las tareas de información e inteligencia en el país durante la dictadura, oficiando además de órgano ejecutivo de la Jefatura II del Estado Mayor General del Ejército.


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El Ciudadano | 13 de mayo de 2022

 

 

 

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