70 años de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio
9 de diciembre.- La Convención para la prevención y la sanción del delito de Genocidio es un instrumento de Derecho Internacional que codificó por primera vez el delito de Genocidio. Su preámbulo reconoce que “en todos los períodos de la historia el genocidio ha infligido grandes pérdidas a la humanidad” y que es necesaria la cooperación internacional.
La aprobación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio supuso un avance decisivo para el desarrollo de los Derechos Humanos internacionales y del derecho penal internacional tal y como lo conocemos hoy en día. Fue el primer tratado de Derechos Humanos que adoptó la Asamblea General de las Naciones Unidas y representó el compromiso de la comunidad internacional para garantizar que las atrocidades que se cometieron durante la Segunda Guerra Mundial no se volvieran a repetir nunca más. Hasta entonces había un vacio legal en relación a la protección de grupos humanos, los Estados no estaban atados al cumplimiento de obligaciones internacionales y tampoco existía una legislación internacional que permitiera, a otros Estados, intervenir en casos como estos. Se impuso pues, la urgente necesidad de que el dogma de la ”soberanía” cediera para brindar protección, no sólo al individuo sino a los grupos humanos.
Raphael Lemkin, abogado, nacido el 24 de junio de 1900, alerta a la comunidad internacional sobre la necesidad de tipificar como delito contra el derecho de gentes (delicta juris gentium) conductas que comportan un peligro interestatal, en donde la voluntad del autor tiende no solamente a perjudicar al individuo, sino, en primer lugar a perjudicar la colectividad a la cual pertenece este último. El concepto de Genocidio surgió para diferenciar la modalidad clásica de matanzas masivas, de la decisión de organizar un plan sistemático para eliminar a grupos enteros de población, con el objetivo de erradicarlos por completo del planeta y/o de utilizar dicho terror para disciplinar al conjunto social.
Cuando Lemkin acuñó la palabra genocidio, lo hizo precisamente pensando en las atrocidades cometidas contra armenios bajo el régimen de Talat Pasha, en el que más de un millón y medio de armenios fueron asesinados.
La comunidad internacional, no ha logrado generar aún mecanismos eficaces, que contribuyan a la prevención de nuevos Genocidios, no obstante en los últimos años, la creación de la Corte Internacional Penal y la irrupción del Derecho a la Verdad como un derecho fundamental, permiten alentar la esperanza que la impunidad y el olvido, no generarán condiciones para nuevos genocidios y se condenarán los crímenes de lesa humanidad.
Florencia Demirdjian
Cátedra Armenia UNR