Norma Vermeulen, nuestra madre por siempre
El Ciudadano - 06/05/18
Por Viviana Nardoni (*)
Cuarenta años son muchos en cualquier biografía, pocos en la historia de un país. Las pioneras, las grandes protagonistas de la gesta de los derechos humanos en Argentina, envejecen, se van. Fueron décadas de poner el cuerpo, la voz y sus sufridos pies en cuanta movilización las convocara.
Hoy nos dejó Norma Vermeulen, una de nuestras madres de la Plaza 25 de Mayo de Rosario.
A pesar de su dolor transmitía alegría, energía, militancia cotidiana, atravesando obstáculos sin detener la marcha.
El colectivo de las Madres siempre ha sido el cimiento democrático de nuestra sociedad con su obstinada búsqueda de la justicia, con el debate digno sobre el pasado reciente, con la templanza y la autolimitación, con el intento permanente de hacer comprender a quienes no sabían escucharlas.
Norma y sus compañeras dieron a luz a miles de hijos que nacieron con la democracia cuando la dictadura les quitó los suyos.
Su pañuelo es mucho más que un símbolo universal por la Memoria, la Verdad y la Justicia, es un faro que nos guiará por la senda de búsqueda permanente de justicia en democracia.
Norma militó por todas y todos los que la dictadura cívico- militar desapareció y asesinó. Este año en el transcurso de la causa Feced III, que la justicia federal demoró más de un año, iba a testificar por primera vez en la causa por la desaparición de su hijo Osvaldo. Nada ni nadie reemplazará su testimonio, pero los archivos de su historia hilvanados con amor durante tantos años estarán en Tribunales para que su lucha esté presente.
Comprometernos a ser dignos hijos de esa madre es la tarea inexcusable para los que seguiremos adelante.
Querida Norma, serás nuestra madre por siempre.
(*) Directora del Museo de la Memoria de la Municipalidad de Rosario