El Colegio de Abogados expulsó al represor Juan Daniel Amelong
Diario La Capital - 25/09/2014
Amelong integró el Batallón de Inteligencia 121 bajo cuya órbita estuvieron los centros clandestinos La Calamita, Quinta de Funes, La Intermedia, Escuela Magnasco y la Fábrica Militar Domingo Matheu de Rosario.
Por Jorge Kaplán
El Colegio de Abogados de Rosario finalmente le retiró la matrícula profesional a Juan Daniel Amelong, condenado a cadena perpetua por la comisión de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura. Así se cerró una larga discusión, que llegó a los máximos tribunales de la provincia y de la Nación, a partir de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que dejó firme la sentencia penal contra el también ex oficial del Ejército.
Amelong, ex teniente coronel del Ejército y abogado, integró el Batallón de Inteligencia 121 bajo cuya órbita estuvieron los centros clandestinos La Calamita (en Granadero Baigorria), Quinta de Funes, La Intermedia (en La Ribera), Escuela Magnasco y la Fábrica Militar Domingo Matheu de Rosario.
En diálogo con LaCapital, la titular del Colegio de Abogados local, Araceli Díaz, confirmó que el directorio de la entidad, en su reunión plenaria de ayer, resolvió "por unanimidad el retiro de la matrícula de Juan Daniel Amelong", a partir de la resolución de la Corte Suprema de la Nación.
La habilitación profesional del sindicado represor fue terreno de debates y disputas en el ámbito judicial de esta provincia, a partir de la condena que recibió Amelong en 2010 por parte del Tribunal Oral Federal 1 de Rosario, en el marco del primer juicio derivado de la causa Guerrieri. Esta sentencia es la que fue el martes confirmada por la Corte Suprema que declaró "inadmisible" un recurso de queja presentado por la defensa.
Amelong luego fue condenado a 13 años de prisión por el Tribunal Oral Federal de Paraná por la supresión de identidad y desaparición de los hijos nacidos en cautiverio de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, ambos desaparecidos. Posteriormente, fue hallado culpable en Rosario por el delito de asociación ilícita en el marco del juicio oral Guerrieri II.
Mientras todos esos procesos penales se sustanciaban, en paralelo se daba otra pelea judicial por la situación profesional de Amelong como abogado, en una amplio arena que iba de la ética hasta la política.
La titular del Colegio de Abogados recordó que el ex militar y letrado "había sido condenado en Rosario, luego la Cámara de Casación Penal de la Nación le rechazó un recurso, luego otro de inconstitucionalidad, y fue en queja ante la Corte Suprema que finalmente se lo rechazó, esa es la situación penal".
Díaz señaló que "en agosto de 2011 el directorio excluyó de la matrícula, pero Amelong apeló la medida ante la Cámara Penal de la Justicia de Santa Fe, la cual sostuvo que si no estaba firme la condena penal, no se lo podía sancionar". La letrada criticó ese fallo de la Cámara Penal ya que "nosotros lo sancionábamos por lo dispuesto en el estatuto del Colegio de Abogados que se refiere a la falta de aptitud moral para desempeñarse" profesionalmente.
La medida de la Cámara Penal fue recurrida por el Colegio ante la Corte Suprema provincial que avaló lo resuelto por el tribunal inferior, pero —remarcó Díaz— con "un voto dividido de 4 a 2, habiendo sido los ministros Daniel Erbetta y María Angélica Gastaldi quienes se expresaron a favor de la expulsión". El Colegio, entonces, presentó un "recurso extraordinario ante la Corte Suprema de la Nación que aceptó el recurso y estaba en trámite".
Ahora, al tornarse definitiva la situación penal de Amelong, el Colegio de Abogados consideró estar en libertad de hacer efectiva la medida adoptada en 2011 ya que "los fallos de la Justicia que le eran favorables se basaban en la falta de firmeza de la sentencia".
Así, al conocerse al mediodía del martes la resolución de la Corte Suprema, los letrados rosarinos rápidamente incluyeron el tema en el orden del día de la reunión de directorio de ayer que decidió "excluir a Amelong de la matrícula por unanimidad".
También el martes, abogados de los organismos de derechos humanos habían alzado rápidamente la voz reclamando la expulsión definitiva.
Amelong cumplía la condena en la cárcel federal de Marcos Paz, pero ahora está en el penal militar de Campo de Mayo.